Sisal

A tan sólo 40 minutos de Mérida se encuentra el pueblo costero de Sisal. Este puerto se encuentra prácticamente escondido y aislado y es a su vez desde la conquista el primer puerto de la península. Por Sisal pasó la emperatriz Carlota en su visita a Yucatán, por ahí se exportaba el henequén de la península, y actualmente se se dedica a la pesca.

Fotografía vía: Petén Sisal.

En la época colonial fue erigido el Fuerte de Santiago para la defensa del puerto, al que en 1845 se le agregó un faro que bien vale una visita. También subsiste hasta la actualidad el edificio de la ex aduana, el cual funciona como centro cultural y biblioteca para la comunidad. Dispersos en el pueblo encontrarás vestigios de las antiguas Haciendas y edificaciones prehispánicas que probablemente fungían como enlace comercial con el resto del Golfo de México. Recientemente, el muelle fue remozado, en él los visitantes pueden pasearse tranquilamente y disfrutar de la brisa marina. Por si no fuera suficiente la belleza de sus playas y la riqueza de sus aguas; Sisal es también la puerta de entrada a la Reserva Estatal del Palmar, la cual colinda con Celestún, famoso por la gran cantidad de flamencos que también allí habitan.

Fotografía vía: Petén Sisal.

Sisal es definitivamente una buena alternativa para descansar de la agitada y sofocante ciudad y aislarse en un lugar enclavado en la calma que produce el contacto con la naturaleza y el arrullo de la brisa del mar.