La leyenda de Cuzán y Chac Pol.

La hermosa princesa Cuzán era hija de Ahnú Dtundttunxcáan, el gran señor que se sumerge en el cielo. Cuando Cuzán creció, su padre arregló su unión con el hijo de Halacha Uinic.

Un día el rey regresó de la guerra acompañado de un apuesto joven llamado Chac Pol (cabeza roja). Cuzán y Chac Pol se enamoraron y juraron no olvidarse bajo la ceiba sagrada, donde los dioses escuchan las plegarias mortales.

Imagen: yucatanadventure

El rey se enteró que Chac Pol era amante de su hija, quien aún se encontraba comprometida, por lo que ordenó su ejecución, desesperada, Cuzán prometió que jamás lo volvería a ver y que aceptaría con obediencia se la esposa el príncipe de Nan Chan si no lo mataba.

Le ordenaron a la princesa encerrarse en su habitación y no salir o sacrificarían a Chac Pol, en la noche, llamaron a la princesa al templo, quien buscó a su amado, pero a cambio el hechicero le dió un escarabajo y le dijo que ese era Chac Pol.

Cuán tomo el escarabajo y le dijo: “Juré nunca separarme de ti y cumpliré mi juramento”. El joyero del reino cubrió de piedras preciosas al escarabajo y le sujetó una de sus patitas con una cadenita de oro.

Cuán lo prendió en su pecho y dijo: "Escucha el latido de mi corazón, en él vivirán por siempre" y desde ese momento existen "los makeches".