Ceremonia espiritual con "la abuela" en Kankabal
El pasado 27 de febrero realizamos en Kankabal una ceremonia espiritual, fue tal la magia que se vivió antes y durante el evento que aquí les comparto mi experiencia.
Todo comenzó el día Viernes 26 de febrero, cuando los organizadores tuvimos la maravillosa oportunidad de quedarnos a dormir en este paradisíaco lugar lleno de magia que es Kankabal, pudimos compartir tiempo, maravillosas pláticas con Jean que era quien dirigiría la ceremonia.
Así tuvimos la oportunidad de estar en total contacto con la naturaleza desde un día antes para poder entrar completamente en nuestro interior, lejos de cualquier pendiente que nos trae actualmente la tecnología y la ciudad, para poder así estar presentes y atentos de nuestro entorno. Cada quién pasábamos nuestro tiempo como nuestra esencia nos lo pedía, y como este lugar tan hermoso nos lo permitía, desde ese día empezaron a llegar algunos invitados con los que compartiríamos la ceremonia; se transmitía tanto la armonía y unión que estabamos emanando que las personas que se encontraban ahí y estaban próximos a retirarse prefierieron extender más su estancia para poder convivir con nosotros.
Por fin el tan ansiado Sábado 27 llegó, la gente que llegaba de distintos lugares como: Mérida, Quintana Roo, Ciudad del Carmen y hasta de Los Ángeles fue registrandose y admirando el lugar, algunos recorrian cada rincón, otros disfrutaban de sus espacios y se dormían cerca del cenote o se subían a los miradores a ver la increíble naturaleza que nos rodea, y otros mas decidieron utilizar las bicicletas para ir a recorrer Kankabal. Todos, sin excepción, quedaban alucinados con el lugar, les costaba trabajo entender que existiera un paraíso como ese, logrando superar las expectativas de todos.
Se acercaba la noche y fuimos haciendo un círculo, Jean ya concentrado instalaba su altar. Nos dio las indicaciones y pidió que apagáramos las luces de todo el lugar, en ese momento se escuchó en unísono en coro de todos cuando pudimos observar en su totalidad a las estrellas que nos acobijaban con su resplandor, -“woooooow” - un grito tranquilo, mas bien una hermosa sorpresa, un sincero asombro de descubrir de todo lo que nos estamos perdiendo por tener siempre nuestros ojos pendientes de otras luces que no fueran las de la naturaleza.
Jean dio las indicaciones y de uno en uno pasamos a tomar el trabajo espiritual. Me tocaba a mi, me había preparado toda la semana, me había desintoxicado de malos alimentos, de malas noticias, había escuchado música alentadora; entonces me hinqué frente a Jean, es impresionante la fuerza con la que late el corazón cuando estás ahí, frente al altar, recibiendo la bendición, eso es lo mas real de todo, la manera de cómo reacciona tu cuerpo con eso, con "tu abuela".
Al terminar todos ocupamos nuestro lugar en el círculo y empezó un bellísimo concierto que nos permitió dirigir nuestra experiencia con imágenes, símbolos, palabras, frases que hacían que las personas se unieran y trataran de explicarte cuál es el camino que debes lograr para resolver la intención que le pediste cuando estuviste frente a ella. Y bueno, de eso no quiero explicar mas, pues quisiera que cada quien se permitiera tener su propia experiencia.
Al final Jean encendió la fogata, cerró la cesión y la guerra de abrazos comenzó, el amor, el cariño con el que nos abrazamos con la intención de que así, pudiera amarse todo el mundo, sin guerras, sin avaricia y poder, sólo amor.
¡Eso promueve la abuela, simplemente amor!
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